Sí,
sé que tengo un post pendiente sobre el concurso de traslados de la
Junta de Andalucía (me falta hacer el análisis de los datos de las
resoluciones definitivas), y aunque este post estará de algún modo
relacionado no es el objetivo del mismo.
La
semana pasada ha sido una de las semanas más intensas que recuerdo
en mi vida administrativa.
Comenzó
el lunes con jornada en mi centro de empleo, para justo al terminar
dirigirme a Sevilla al aulario del IAAP para ensayar la presentación
que tendría junto a mi equipo de Identificación del conocimiento
crítico en la Jornada del martes, donde junto a los otros grupos de
trabajo de mis compañer@s embajador@s del conocimiento dimos a
conocer al gran público nuestros trabajos sobre gestión del
conocimiento en la Junta de Andalucía. En nuestro caso, presentamos
una metodología para que cualquier unidad administrativa (del tamaño
que sea) pueda crear su mapa de conocimiento crítico de forma
ordenada y sistemática (pronto estará disponible para todo el
mundo).
El
ensayo sirvió para poner toda la performance en orden y tenerlo todo
preparado.
De
hecho, la presentación del martes de nuestro equipo fue todo un
éxito. Y mira que justo antes de ella tuve que dirigirme a
Torretriana para reunirme sobre un posible cambio de puesto de
trabajo en la Junta de Andalucía (y de provincia de residencia) que
finalmente no ha llegado a concretarse y que la verdad ha desviado mi
atención y me tenía bastante ilusionado.
Nada
más terminar la comida post jornada de gestión del conocimiento,
rumbo a Chiclana para una vez terminados algunos quehaceres
parentales, ponerme a grabar un vídeo para la reunión de la
Comunidad Innovad@ de la Junta de Andalucía. No podía asistir a
dicha reunión pues el miércoles terminaba mi docencia en los cursos
de acogida de nuevos funcionarios de la Junta de Andalucía en Cádiz,
algo agendado con mucha antelación.
Y
una vez narrado hasta este punto, llego hasta mi objetivo de este
post que está explicitado en el tema de mi vídeo grabado para mis
compañer@s de Innovand@. El tema es la gestión del talento en
nuestra organización y más concretamente la gestión del talento
innovador. Y es que esta semana la gestión del talento ha estado casi en todo lo narrado, pues qué decir del talento del grupo de nuevos empleados públicos.
Al prepararme la grabación para mis compañer@s del grupo motor de la comunidad Innovand@ el pesimismo no paraba de
crecer, pues las lagunas (u océanos) sobre el tema en mi organización son de una tamaño
bestial. De hecho, me acordaba de mis alumn@s del proceso de acogida,
con toda su ilusión y todo su talento desbordante.
En
dicho vídeo, entre otros aspectos en los que incidí estaba la
importancia de las personas, de lo que no se ve de ellas, de los
procesos de selección y de acceso (requieren otro post aparte), de
la capacitación y desarrollo y de la evaluación del desempeño.
Es
curioso, que justo esa semana se nos dio la orden de avisar
absolutamente de cualquier movimiento de personal. Así lo hice de
acuerdo a mi agenda. La razón es por el creciente absentismo de
personal en las oficinas de empleo de la provincia de Cádiz. Es un
tema que realmente preocupa y hay que tratar, pues los datos son los
datos, pero tengo la sensación de que de esta manera se matan moscas
a cañonazos y no solo (qué me cuesta no acentuar este solo) eso
sino que hace que parezca que lo único que se valora es el asistir a
tu puesto de trabajo, pero eso de ver si trabajas o no lo dejamos
para otra ocasión.
Los
procesos de evaluación del desempeño son inexistentes, dando
protección al personal que no cumple sus tareas, y cargando de
trabajo a quien sí lo cumple. Difícil panorama.
Referido
a la captación de talento, existe un exceso de regulación
procedimental, que hace que el personal no pueda en general
desarrollar tareas innovadoras y creativas, dando prioridad a los
méritos formales (generalmente de tiempo de servicio) sobre el
rendimiento efectivo y sobre las habilidades personales de cada uno
de los empleados y empleadas públicas.
Es
muy posible que la causa esté en un déficit de producción de las
competencias directivas y por la despersonalización de los recursos
humanos de las administraciones.
Debemos
establecer mecanismos de motivación, reconocimiento, fidelización y
reemplazo en pro de la mejora continua y la innovación.
Para
ello, el grupo de trabajo de Innovand@ sobre Gestión del talento va
a trabajar de forma que se visibilicen y favorezcan ecosistemas para
el encuentro de talento innovador. La tarea promete ser apasionante y
por supuesto estáis invitados a formar parte de él. El pesimismo ya
claramente se me ha ido.
No hay comentarios:
Publicar un comentario